domingo, 12 de abril de 2009

Sueño bicis...

Soñé que viajaba al pasado.

“¿Sabías que Fulano y Sutana se van a casar?”

Dios mío, pensé, Mengano debió acabar con Sutana, no Fulano. Apuesto a que esto está pasando por aquella vez que viajé al pasado e hice algo mal. Lo cual es harto contradictorio, considerando que nunca hago nada. Me siento a ver la vida pasar, no participo de ella. Estoy bastante cómoda en mi sillón con mi enorme vaso de té helado, viboreando sin ser viboreada.

Oh shit, pensé acto seguido de que la boca se me hizo agua de sólo pensar en que mi sillón aguardaba por mí en unos cuantos minutos. Oh re fucking shit. Porque hasta eso, soy lo suficientemente decente como para no maldecir en un idioma que todos a mi alrededor puedan entender. Así si estoy haciendo corajes en una esquina repitiendo “shit shit shit” como mantra, mi abuelita quizá sólo me diga “salud hija”, pensando que estoy estornudando. Que se me haya quedado grabado a tal grado que hasta pienso las maldiciones en inglés pues eh, cada quién tendrá sus rarezas.

¡Pero a lo que iba!

Oh re fucking effing shit. ¿Qué tal que esto está pasando justamente porque no hice nada? ¿Qué tal que era mi turno de saltar valientemente a la acción, luchar por los oprimidos, traer la justicia al mundo y de paso presentar a Mengano con Sutana y desaparecer misteriosamente a Fulano? Que seamos realistas, carezco de la iniciativa o del interés suficiente como para querer hacer nada de eso, pero era mí sueño y yo era la estelar, así que pelan.

¡Hora de viajar de nuevo al pasado! Me dije a mí misma, porque también aparentemente no tengo a nadie con quién compartir mis macabros propósitos en mis sueños. Si alguien sabe de un sidekick de sueños que sepa traducir esa palabra al español y que quiera ser partícipe de un sueño por el simple amor al arte, pásenme su número.

¿Y qué hice para viajar al pasado?

Montarme en mi super espectacular... dun dun DUUUUNNN!!!! ...¡bici del tiempo!

Así es, damas y caballeros, lo in ahora es ahorrar energía y ser verdes todo el tiempo y no contaminar. Mis sueños se suman a la causa utilizando bicicletas del tiempo en lugar de DeLorean carcachos (púdranse de envidia Doc y Marty McFly con apellido marica t(º^ºt) ). Claro que hay que alcanzar altas velocidades para ello, lo cual logré arrojándome de la colina más alta y empinada que en sus vidas pudieran imaginar. Bueno, quizá no, pero el hecho de que acabara de llover quizá pudiera haber ayudado, con esto de que el agua minimiza la fricción y eso.

Y así, a velocidades rompemadres, con el viento zumbando en mis orejas, a velocidades tan altas que todo a mi alrededor parecía ir mucho más lento al grado de ver cómo las gotas que alzaba a mi paso se desplazaban en un aura de, blah, blah, blah. Historia corta: no me rompí la madre y llegué al pasado dando el salto espacio-temporal-loquesea girando ligeramente el manubrio de mi bicicleta antes de quedar como calcomanía en un muro.

Seguramente no quieren escuchar todos los detalles, más que los que generalmente nos causan morbo cuando tenemos 12 años y nos han prohibido una película porque es clasificación C.
Pues no, no hay disparos, violencia gratuita, ni chorros de sangre saliendo a presión de minúsculas heridas. Tampoco hay muchas groserías de parte de actores mexicanos gordos y mal pagados que para todo encuentran excusa de agregarle un “puta madre” como si fuera su muletilla.

Tampoco hay escenas de sexo, pero créanme que no por falta de intentarlo. Algún tipo desagradable se me pegaba creyendo que tendríamos sexo con el sólo hecho de hacerme verlo comprar un par de condones en una tiendita de la esquina (¡UN PAR! Discúlpenme en lo que voy a morir de risa XD ). Alguien en el fondo susurraba “¿qué tanto es tantito?”, pero nótese lo harto buena novia que soy, que ni sabiendo que es un mugroso sueño le voy a poner el cuerno a mi viejo. A los que tengan novias fáciles, los espero en lo que van a llorar a un rincón.

Podría basar el resto de la narrativa en detalladas descripciones del paisaje que vi en mi cabeza, pero me gasto en vano. Lo triste de los sueños es que todo es tan bonito y tan verde y tan como lo quieres, que ni caso tiene buscarlo en la vida real donde el Pacífico vomita petróleo como gorrón en XV años.

Mi último acto en el sueño fue regresar al presente. Sí, en la misma bici neta. Sí, desde la misma colina de la muerte.

Voy a suponer que mis sueños sólo intentan decirme que ya mueva mi gordo trasero y me ponga a hacer algo de ejercicio (¡o lo que sea! D: ) en el día x_x