Curiosamente se parece a mis sueños.
La vida va en orden.
Pareciera que hace mucho que no despierto.
¿Será acaso que ya me acostumbré?
O podría ser que simplemente ya lo acepté.
Ya no me importan los términos
ni las cláusulas en letras minúsculas.
Ahora sólo quiero bailar.
Quiero descalzarme, soltarme el pelo.
Ponerme ropa cómoda, subir el volumen al estéreo.
Y bailar, bailar como nunca.
No me importa lo que piensen.
No me importa si se burlan de mi deseo.
No me importa si piensan que este no es futuro.
No me importa que intenten disimular sus estúpidas risas.
No me importa aunque lo hagan en mi cara.
No me importa, ni aunque sea mi amigo el que lo haga.
Ahora sólo quiero bailar.
Cerrar los ojos y dejar que el ritmo me lleve.
Estar plenamente consciente
de todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo.
Moviéndose al compás de la canción.
Una canción terriblemente irresistible.
Ahora sólo quiero bailar.
Tengo unos terribles deseos de bailar.
Sí, creo que eso es lo que haré...
Y al ritmo de esa canción.