viernes, 1 de agosto de 2008

Dame la mano

Estoy sentada en una esquinita, donde no me puedes ver. Piensas que estás sola, por lo que pronto tu alegría característica empieza a decaer. Crees que nadie más lo sabe, pero no sospechas que aquí estoy, viendo cómo poco a poco se apaga el brillo de tus ojos para convertirse en pozos, profundos y oscuros. El agua brota de los pozos.

Te veo ahí, sentada en tu silla viendo por la ventana mientras llueve, o acostada en tu cama, con los ojos bien cerrados. Tú no me puedes ver, pero yo estoy aquí. Siempre lo he estado. Desde el momento en que abriste tu corazón al mío lo he estado. Desde el momento en que me dejaste entrar a tu vida, tanto tiempo atrás, me quedé. Quizá no te pueda tocar, abrazarte para evitar que te sientas así, pero sé lo que haces. Sé que tu mundo se viene abajo por alguna razón, pero no me dejas tenderte la mano para evitar que caigas tú también.

Las lágrimas te han de arder en los ojos, y las dejas salir de una en una. Nunca rompes en llanto, jamás dejarías que alguien supiera cómo te sientes por dentro. Pero yo lo sé, yo sé que algo has de tener, porque has cambiado. Entre más distante, más problemas, siempre es así. No dejas que nadie penetre en tu mundito hasta que ya es demasiado tarde.

Lo que quiera que sea, dímelo, estoy dispuesta a escuchar sin juzgar, incluso a hacer todo lo que pueda por ayudar. ¿Es por tu familia? Ven a mi casa y quédate unos días en lo que las cosas se calman por allá. De todos modos eres como mi hermana y yo no te presionaré por tu vida o tu futuro por que sé lo difícil que es tomar la decisión.

¿Es por la escuela? Deja de pensar en eso, ya estás por acabar y después podrás hacer otra cosa si quieres. Aguanta, toma mi mano, respira profundo y aguanta. Superaremos esto juntas. ¿Es por él? Sí, ha de ser eso, siempre te apasionas de más. Vamos al cine a ver películas tontas, vamos a comer por ahí y a bailar. Distrae tu mente de que no te ha llamado aún, de todas tus inseguridades y temores. A todos nos pasa de vez en cuando. Deja que estos días yo cuide de tu corazón en vez de él. Sé que no puedo darte lo que él te da, pero puedo ofrecer otras cosas, como un cariño y amor más profundos que seguramente él no siente por ti aún.

Por favor, dime lo que tienes, ¿no se nota acaso lo desesperada que estoy? ¿Lo mucho que odio verte así? Sé que jamás admitirás lo que te pasa ni buscarás ayuda por mucho que la quieras, te quedarás a sufrir ahí sola, guardándolo todo hasta que estés a punto de explotar. Sé que temes lo que los otros puedan pensar si te ven llorando o mostrando alguna debilidad, pero sabes que yo jamás te juzgaría. Que estoy dispuesta a darte el abrazo que buscas y a escucharte y enjugar tus lágrimas.

Por favor, déjame alcanzarte…

Imagen de InsaneSandy

3 borreguitos saltarines:

Dacrux dijo...

lo fabuloso que es tener amigos, buenos amigos.

zegim dijo...

Lo que dijo Dacrux.

:')

Nepo dijo...

Conozco eso, secundo a dacrux.